domingo, 2 de diciembre de 2012

Último Martes Micológico del Mes (UMMM)


Micología filatélica ó filatelia micológica




El pasado martes día 27, tuvo lugar en nuestra sede social la última de las charlas del año de la serie < Últimos martes micológicos del mes> corriendo ésta a cargo de nuestro compañero Well, sobre las setas en los sellos, tema muy original por cierto.
Partiendo del programa de la última Semana Micológica San Jorge, fue desgranando una a una las distintas ponencias y tomando de base ejemplares mencionados en las mismas, nos fue mostrando fotos filatélicas en las que aparecían éstos, haciendo los pertinentes comentarios "ad hoc" sobre cada uno de los sellos.
Nos mostró sellos de los lugares más inverosímiles y desconocidos para la mayoría de los mortales, como por ejemplo de la región autónoma sudafricana de Ciskei. Nadie conocía o no recordaba que Shqipëri o Shqipëria fuera Albania. Nos llamó mucho la atención de que países predominantemente desérticos como Argelia, Afganistán emitieran sellos de setas. Curiosos fueron los sellos de Kampuchea, antigua Camboya, con su escritura tan exótica.



Así hemos visto que “en todas partes cuecen habas” y en este sentido en todo el orbe hay inquietud sobre el asunto micológico. Si las setas no tuvieran una mínima relevancia para los diversos países, sería difícil que se molestaran en mostrarlas en los timbres o en la filatelia, aunque a veces con crasos deslices como en el caso del sello del Boletus luridus de Rumania en que hay “mutación” del color o en los de Honduras donde se cuelan morchellas por marzuolus como se ve en estas imágenes.





El alfabeto cirílico de los ejemplares de Bulgaria nos llevó a pensar que las letras HP eran como nuestras H y P pero en realidad son N y R que corresponden a Nacional y República respectivamente. La escritura sinuosa de los de Kampuchea se nos hacía algo imposible. Algo parecido nos sucedería si ingiriésemos G. spectabilis o psilocybes; en el primer caso confundiríamos los movimientos y en el segundo nuestra mente no iría así, sinuosamente.


Es de recibo reconocer el esfuerzo del conferenciante para preparar una charla de estas características, emulando el tesón de la hormiga para llegar a la ilación de todos los elementos necesarios. Amenizar su disertación con una “pronunciación, lectura y traducción” sobre los textos de cada estampilla y eso también animó el evento, tampoco es tarea fácil.



Queridos compañeros y aficionados, como veis, una imagen de una seta, aunque sea en un sello, nos puede inspirar muchas ideas y comentarios con el consiguiente aprendizaje.


El local no es un salón de actos pero todavía podía admitir algún asistente más, aunque fuera de pié. Es una lástima que el tentempié regado con un espumoso con el que se nos agasajó al final, no fuera bastante aliciente adicional para llenarlo.

¡Animo pues, aún quedan últimos martes donde ilustrarse micológicamente!


Rafael Gallego Rodríguez

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